viernes, 9 de enero de 2009

Iglesia Santa Prisca





Nada mas verla, me llamó la atención, una catedral barroca pero barroca pura en todo su esplendor, no tenía nombre pero después de unos momentos buscando donde se encontraba o su nombre encontré las dos cosa. Esta situada en Taxco cerca de la capital de Méjico su nombre es el templo de Santa Prisca de Taxco construido en 1750. Es una arquitectura colonial, de ahí viene que este acabando el periodo del Barroco porque fue ordenada construir por un minero Francés un personaje rico he influiente que se había enriquecido de explotar las minas de plata de esta región. Tras pedirle permiso al Arzobispado de Méjico permiso para hacer la obra este le fue concedido.

Ara explicaré los rasgos mas claros que veo de la arquitectura Barroca en este templo.
Arquitecturas cargadas de detalles y complejas. No reniega de las formas clásicas, pero las transforma de manera fantasiosa. A veces el edificio llega a ser como una gran escultura. Los entablamentos adoptan la curva y los frontones se parten y adoptan curvas, contra curvas y espirales. Se llega al abandono de líneas rectas y superficies planas. Busca el claro obscuro, vóvedas majestuosas.

Aquí pongo la descripción de la iglesia:

Santa Prisca cuenta con nueve retablos, trabajados en madera y recubiertos con hoja de oro. El estilo de los retablos forma una unidad con el conjunto arquitectónico, es decir, se trata de una muestra del barroco novo hispano de mediados del siglo XVIII. El retablo mayor está dedicado a la Purísima Concepción y a los santos patrones de la ciudad de Taxco de Alarcón: Santa Prisca y San Sebastián. En las capillas del transepto del templo se ubican otros dos importantes retablos, uno dedicado a la Virgen de Guadalupe y el otro a la Virgen del Rosario.

Los temas centrales de la construcción son: la patrona Sta Prisca, San Sebastian, los evangelistas, las conchas (que simbolizan el bautismo de Jesús), las hojas de laurel (que simbolizan el triunfo de la fe) y las uvas, que representan la sangre de Cristo.

En el interior se hallan pinturas de Miguel Cabrera, llamado «el divino», pintor oaxaqueño nacido en el siglo XVII, al que José de la Borda encargó los cuadros que decoran el edificio.

1 comentario:

Francisco Sánchez dijo...

Está muy bien los comentarios, pero la ortografía se puede mejorar bastante. ¡Poned un poco más de atención! Antes de colgarlo repasároslo.